Durante las tres últimas semanas, Paolo Fabiano Monzón Rodríguez estudió más de 10 horas al día. Empezaba a las 8 de la mañana, terminaba a la 1 de la tarde y regresaba dos horas después a la academia preuniversitaria. A las 8 de la noche terminaba su jornada de preparación porque estaba decidido a ingresar a Medicina Humana de la Universidad Nacional del Santa (UNS), carrera por la que se esforzó desde que concluyó el colegio.

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A los 17 años, Paolo consiguió su recompensa: con 227.590 puntos, ocupó el máximo puntaje general del examen ordinario complementario de admisión e ingresó a la escuela profesional de Medicina Humana. “Estaba muy concentrado en mis estudios y mis últimas semanas fueron de repaso, pues debía afianzar todo lo aprendido en el colegio y este año de preparación”, comentó el adolescente que el año pasado culminó en los primeros puestos en el Colegio Mundo Mejor.

Paolo Monzón postuló a Medicina en el primer examen de este año de la UNS y terminó en el puesto 57, hecho que no lo amilanó y decidió ir a una academia. Luego ingresó al CEPUNS, donde consiguió ubicarse en el decimoquinto lugar. Hace poco más de un mes participó en el examen Preferente de la UNS, en el que alcanzó la sexta ubicación.

“Con esta experiencia y durante este mes regresé a la academia para repasar. Estaba casi todo el día porque debía demostrar a mi familia que estoy para grandes cosas y que es necesario hacer un sacrificio para conseguir mis objetivos. Mis padres me daban todo el aliento. Tengo vocación de servir y me gusta la carrera. Así llegué decidido al examen. Estoy muy feliz y dedico mi ingreso a mis progenitores que siempre me dieron el respaldo y la confianza”, contó Paolo, quien el próximo año será parte de la UNS.