El desecho de pescado que arrojan en los muelles o mercados tiene un gran valor para un grupo de estudiantes de la Universidad Nacional del Santa (UNS). Ellos han encontrado una forma de darle utilidad a este producto y convertirlo en abono orgánico.
Pedro Jara Gallozo (Ing Agrónoma), Edinson Marquina Chupica (Biotecnología), Doris Zacarías Polinario (Ing Agrónoma), Clara Cobos Cumpa (Comunicación Social) e Ivette Velázques Cavel (Acuicultura) integran el equipo N° 2 que participa en el concurso organizado por el Vicerrectorado de Investigación, para definir el proyecto que representará a la UNS en el certamen nacional del programa Impact Startup Competition 2023.
Pedro Jara, coordinador del grupo, explicó que este proyecto surge ante la necesidad de los fertilizantes y, por ello, pretenden innovar dándole el valor agregado del nutriente de pescado, cuyos desechos son arrojados a la basura. Edinson Marquina, como alumno de Biotecnología, trabaja en el tratamiento de los residuos y la producción microbiológica a través de organismos para degradar y potenciar la materia.
Ivette Velázques, como estudiante de Acuicultura, estudia una fórmula para agregar algas a este abono e incrementar el valor. “Usando microorganismos, como son los ácidos lácticas, podemos aprovechar estos desperdicios o restos. Como bien se sabe hoy en el sector agrícola estamos pasando por una crisis de escasez de fertilizantes, por lo que nuestra idea está planteada como una alternativa para poder ayudar a dicho sector”, comentó.
El producto ya tiene un nombre: Challwanu y Clara Cobos, alumna de Comunicación, trabaja la presentación, el plan de marketing y otros aspectos relacionados. El mentor del grupo es el Ing. Oswaldo Otoya Tasayco.
De acuerdo al cronograma del concurso, el 19 de noviembre se efectuará la evaluación de los 13 proyectos participantes y, entre los cuales, se seleccionará el proyecto ganador que representará a la UNS en el evento nacional que será en Cusco, en marzo del 2023.
Pedro Jara, coordinador del grupo, explicó que este proyecto surge ante la necesidad de los fertilizantes y, por ello, pretenden innovar dándole el valor agregado del nutriente de pescado, cuyos desechos son arrojados a la basura. Edinson Marquina, como alumno de Biotecnología, trabaja en el tratamiento de los residuos y la producción microbiológica a través de organismos para degradar y potenciar la materia.
“Nuestra idea se basa en la elaboración de un abono orgánico, en este caso el hidrolizado de pescado. En este proyecto se utilizará los desperdicios que muchas veces se encuentran en los muelles o mercado y que no son tratados como debería”, señala, por su parte, Doris Zacarías, estudiante de Ingeniería Agrónoma.
Ivette Velázques, como estudiante de Acuicultura, estudia una fórmula para agregar algas a este abono e incrementar el valor. “Usando microorganismos, como son los ácidos lácticas, podemos aprovechar estos desperdicios o restos. Como bien se sabe hoy en el sector agrícola estamos pasando por una crisis de escasez de fertilizantes, por lo que nuestra idea está planteada como una alternativa para poder ayudar a dicho sector”, comentó.
El producto ya tiene un nombre: Challwanu y Clara Cobos, alumna de Comunicación, trabaja la presentación, el plan de marketing y otros aspectos relacionados. El mentor del grupo es el Ing. Oswaldo Otoya Tasayco.
De acuerdo al cronograma del concurso, el 19 de noviembre se efectuará la evaluación de los 13 proyectos participantes y, entre los cuales, se seleccionará el proyecto ganador que representará a la UNS en el evento nacional que será en Cusco, en marzo del 2023.
